Arraigados en Cristo, Creciendo en la Gracia: El Poder del Estudio Bíblico

El 14 de abril de 2025, un día especial para la continuación de los estudios bíblicos en Uruguay, se reunieron cinco personas con el deseo de crecer en el conocimiento de Dios y en su camino espiritual. El estudio de hoy se centró en Romanos, capítulo 7, que habla sobre el proceso de santificación. La enseñanza enfatizó que la santificación es un proceso gradual mediante el cual el Señor nos transforma día a día para ser más como su imagen. A diferencia de la justificación, que es un acto legal inmediato —donde el juez golpea el mazo y nos declara salvos—, la santificación es un camino que dura toda la vida y que recorremos de la mano de Dios, marcado por la paciencia, la disciplina y la gracia.

El estudio también abordó nuestra identidad en Cristo, destacando que nuestro valor no se basa en nuestras acciones, sino en el hecho de que somos hijos profundamente amados de Dios. Esta verdad brindó consuelo y claridad al grupo, especialmente en un mundo donde se nos evalúa constantemente por nuestro desempeño. Los participantes de hoy fueron Marcos, Andrés, Emanuel, Ayelén y Nelly. Compartieron reflexiones sinceras y se mostraron abiertos a ser transformados por la Palabra. Andrés, en particular, está dando señales de ser un posible discípulo prepotencial que, si Dios lo llama, podría decidir servir al Señor junto a nosotros en la misión.

Es alentador ver cómo algunos se han mantenido fieles a lo largo del tiempo y cómo otros están regresando a los estudios bíblicos. Esto da testimonio de la obra del Espíritu Santo en los corazones de las personas y nos recuerda que es Dios quien trae el crecimiento. La fidelidad, la comunión y la enseñanza fiel de la Palabra son las herramientas que Dios usa para formar discípulos comprometidos. Estas reuniones, independientemente del tamaño, tienen un significado eterno.

Hay mucha esperanza para la misión en Uruguay. Lo que presenciamos hoy es solo un vistazo de lo que Dios puede hacer. Creemos y oramos para que el Señor pronto envíe almas ya preparadas para un gran avivamiento en la nación. Que muchos más experimenten el poder transformador de Cristo y que surja una generación apasionada por su nombre y su causa.

«Estando persuadido de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.» – Filipenses 1:6