18 de abril de 2025. Hoy, la ciudad de Buenos Aires se llena de alegría y esperanza con la llegada del Misionero Sebastián, un siervo de Dios cuyo corazón arde con el fuego del Evangelio. Su presencia marca el inicio de un importante retiro desde el nodo sur, un encuentro que promete ser un faro de luz y renovación para la comunidad cristiana de la región. Este retiro contará con la valiosa participación del Líder Franco, de Uruguay, referente espiritual profundamente vinculado a la misión en Montevideo, y del querido P. Jacinto, de Paraguay. Junto a ellos, se reunirán varios líderes y potenciales miembros de Argentina, deseosos de crecer en su fe y servicio. El misionero Sebastián compartió sus sentimientos al llegar: «Espero recuperar mucha fuerza en este retiro para poder continuar la misión, que hasta ahora ha sido un poco agotadora. Siento que en los retiros de Pascua la gente consolida su fe y se convierte completamente. Espero que, al igual que en los retiros anteriores, este sea uno en el que pueda experimentar un antes y un después en mi vida espiritual».
Este encuentro no solo fortalece los lazos entre las iglesias de Argentina y Paraguay, sino que también irradia esperanza hacia nuestros hermanos y hermanas en Uruguay. La presencia del líder Franco en este retiro subraya la importancia del mismo para la futura revitalización de la misión en Montevideo. Los miembros de la comunidad cristiana uruguaya esperan con expectación los frutos de este retiro, anhelando retomar la misión en su ciudad con renovada fuerza y un coraje inquebrantable. La inspiración y el impulso espiritual que emanan de este encuentro en Buenos Aires se consideran un catalizador fundamental para reavivar la llama de la fe y el servicio en tierras uruguayas.
La visión de este retiro va más allá de la presente reunión. Existe un ferviente deseo y una profunda esperanza de poder acoger a nuevos miembros potenciales para el próximo retiro. Existe el anhelo de identificar y formar a quienes tienen un llamado en sus corazones, brindándoles las herramientas y el apoyo necesarios para que se conviertan en pilares de la obra de Dios en sus respectivas comunidades. Este espíritu de crecimiento y expansión refleja el compromiso continuo de llevar el mensaje de amor y salvación a cada rincón de la región.
La llegada del Misionero Sebastián a Buenos Aires, la participación del Líder Franco de Uruguay y del P. Jacinto de Paraguay, junto con la presencia de líderes y miembros potenciales de Argentina, enciende una luz de esperanza que llega hasta Uruguay. La expectativa de culminar la misión en Montevideo con renovado vigor y el deseo de sumar nuevos talentos para futuras reuniones nos recuerda la vitalidad y el dinamismo del cuerpo de Cristo en Sudamérica. Con fe y unidad, avanzamos confiados en el poder transformador del Evangelio.
«Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.» (Mateo 18:20)