
El 21 de abril de 2025 se celebró una importante reunión de planificación con el objetivo de revitalizar la misión en Uruguay. La reunión se centró en desarrollar un cronograma detallado para las actividades matutinas, comenzando a las 6:00 a. m., y en organizar las tareas posteriores para maximizar la eficiencia de la agenda diaria. Se palpa el entusiasmo por abordar esta nueva etapa de la misión con energía e ideas renovadas, buscando un impacto significativo en la comunidad uruguaya.
Durante la reunión, se definió el plan de viaje a Montevideo, con llegada prevista entre el martes y el miércoles. Inmediatamente después de instalarse, el equipo se centrará en la evangelización presencial, buscando conectar directamente con la gente y compartir el mensaje. Paralelamente, se acordó iniciar actividades de evangelización en línea a partir de mañana mismo, ampliando así el alcance de la misión a través de plataformas digitales. Además, se discutieron y planificaron otras actividades complementarias para fortalecer la presencia y el impacto de la labor misionera.
El líder Franco compartió una reflexión inspiradora que marcó el espíritu de la reunión: «Después de este momento de despertar tras el retiro de Pascua, nos sentimos llenos de renovadas fuerzas, ideas y esperanza. Siento verdaderamente que estar presente en la misión traerá un gran cambio, y Dios podrá bendecirnos. Esperamos buscar mucho de Dios y depender de su fuerza; sabemos que Dios es muy capaz, y es la capacidad del Espíritu Santo, no la nuestra». Sus palabras resonaron en el equipo, fortaleciendo la convicción de que la dependencia de Dios será fundamental para el éxito de esta nueva etapa.
Este renovado impulso y la detallada planificación estratégica infunden gran esperanza para el futuro de la misión en Uruguay. La combinación de evangelismo presencial y virtual, junto con un equipo espiritualmente fortalecido y lleno de nuevas ideas, promete un tiempo fructífero y bendecido. Hay grandes expectativas por el impacto positivo que se logrará trabajando diligentemente y confiando plenamente en la guía divina.
«No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu», dice el Señor Todopoderoso. – Zacarías 4:6